La desertización sigue ganando terreno en todas las latitudes del planeta. Somos los culpables, hay que reconocerlos, a pesar de que muchas personas, especialmente organismos de tipo gubernamental, movidos por intereses económicos, discrepen de ello. Pero el mal uso de los recursos naturales, unidos a la sobreexplotación, a las posibilidades sostenibles utilizadas de manera inadecuada, son las principales causas de esta desertización.
En tierra firme, una de las principales causas que hace que se vaya notando este aumento del desierto es la tala desenfrenada de árboles, la mala utilización y la poca importancia que se le da tanto a los bosques, como a ejemplares arbóreos aislados, así como a los ecosistemas de matorrales, referente a la sujeción de tierra, permiten que año a año, miles, millones de toneladas de tierra de sustentación termine en el mar, en sistemas aluvionales incontrolados, y en nuevos deltas infrautilizados y cambiantes. Asimismo, los aluviones de escorrentía aumentan los riesgos de poblaciones instaladas en antiguos cauces, en sitios de una altitud inferior al nivel del mar, o en cañones donde gravitacionalmente irá a parar el caudal, con todos los daños y perjuicios que ello conlleva.
Las labores que puedan realizarse tanto para lograr reforestación, aislada o grupal, así como cualquier posibilidad que sirva para aportar agua potable a grupos de personas, animales vegetales que lo necesiten y no disponen de probabilidades cercanas a lograrlo, será siempre una tarea que ayuda a obtener una mayor cuantía de este vital elemento.
El agua potable obtenido por medios físicos, como los atrapaniebblas o captadores de niebla, forman parte de este conjunto de apoyo. También lo es la investigación y el desarrollo que continuamente se va incrementando, y este blog, así como el anterior "Cazador de Nubes", intentan apoyar la transmisión del conocimiento que existe actualmente a nivel general, para luego transferirlo localmente si así se requiera, en planes de forestación, envío de agua a grupos carentes de ello, a frenar en definitiva el aumento del desierto y permitir el asentamiento en regiones carentes o escasas de este vital elemento líquito. el agua es nuestra principal valedora en el planeta, y su adecuada utilización y captación, permitirán un desarrollo más sostenible.
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