En la
revista Nature, apareció hace unos seis o siete años una interesante conclusión
realizada por geólogos españoles, relacionada con la formación posible del mar
Mediterráneo.
Imagen de cómo se habría formado la grieta |
Al parecer,
el sitio que hoy ocupa el "Mare Nostrum" fue en el pasado, hace varios millones
de años, una serie de lagos salados que quedaba muy por debajo del nivel
actual. Ocasionalmente, y quizás debido a continuos movimientos de tierra por
terremotos, ajustes de placas teutónicas y quizás grandes cataclismos, se abrió
finalmente una pequeña brecha que permitió que el agua del Océano Atlántico entrara paulatinamente.
Es difícil
imaginar tal circunstancia. Un geólogo británico, Roger Pibernat , imaginó, de la manera que
aparece en la imagen, cómo se habría abierto la mencionada brecha que permitió
la comunicación.
Se especula con si la entrada fue fluida, relajada y calma, y
durara muchos años, o quizás, como señalan ahora los geólogos autores del
citado análisis actual, solamente un par de años, con entradas brutales de masas de
agua en forma de un río gigantesco.
Posiblemente
ni tanto ni tan poco. Es sabido que si una grieta de esas características
permite la entrada de agua, la fuerza inmensa del agua de mar forzaría
inmediatamente esa grieta, agrandándola. Contando solamente con que fueran 100
metros de profundidad, una altura relativamente similar a la existente en cotas
cercanas a tierra, la presión del agua equivaldría a 11 atmósferas,
aproximadamente. A nivel del mar, es decir en la superficie, la medida sería de
una atmósfera. Aunque no es un cálculo exacto, dado que además, hay que tener
en cuenta la presión horizontal del agua del Atlántico, debido a su enorme
tamaño.
Lo más
probable es que aunque la grieta oponga resistencia, porque se trata de
montañas, sabanas o costas de roca pura, el tamaño se viera afectado rápidamente.
Aún más, teniendo en cuenta lo que ocurre con vendavales, temporales, tifones,
etc. Allí la Naturaleza muestra aún más su poderío.
Así podría ser el desierto del Mediterráneo |
De todas
maneras, Daniel García-Castellanos, uno de los investigadores del Instituo de
Ciencias de Barcelona autores de este estudio, creen que el agua entró
paulatinamente, a lo largo de un par de años, por una especie de rampa, que
asimismo permitía aumentar unos 10 metros
de agua diarios, y formar un socavón en el fondo de unos 200 kilómetros de
longitud y varios de anchura. En esa época, se calcula que el terreno ocupado
hoy por este mar interior, era un desierto de 1.500 metros de profundidad, es
decir, una cuenca con una enorme diferencia de altura con el océano Atlántico.
Es difícil
en estos momentos intentar imaginar siquiera lo que presupone el llenado de un
cuenco del tamaño que actualmente tiene el Mediterráneo, unos 2.500.000
kilómetros cuadrados de superficie.
No se sabe
a ciencia cierta si el Mediterráneo permitió la entrada de agua solamente por el
actual Estrecho de Gibraltar, nexo de unión con el Atlántico, o si prosiguió
luego por el estrecho de los Dardanelos, conectando con el MarNegro, llenándole
o recibiendo agua de él. No existía entonces el canal de Suez, aunque podría
haber habido otro canal natural por ese entonces.
QUE ERA
ANTES ?
Vista actual de Mediterráneo |
Como
indicamos, hace algo así como 6.000 millones de años, las placas teutónicas que
le unían a los océanos, cerraron el paso de entrada del agua, y el Mediterráneo
antiguo se fue desecando. Era la época en que Córcega y Cerdeña , así como las
Baleares, Malta y muchas de las islas actuales, formaban parte de la tierra
firme.
El planeta
tiene todo el tiempo del mundo, y nunca mejor dicho. De manera que cuando las
placas terrestres se van desplazando, conforman paisajes que luego el cambio de
esas mismas placas se encargan de borrar o modificar. En este caso, quizás
anteriormente había otro Mediterráneo, otro mar interior con distinta
conformación geográfica. Cuando ocurrió esta gran desecación, sin duda los cambios
climáticos cercanos fueron muy acusados.
Otro tanto
ocurrió a la inversa, cuando miles de años después, quizás millones , se abrió la grieta de Gibraltar.
Hace unos
años, cuando unos ingenieros estudiaron el subsuelo del Estrecho de Gibraltar,
con vistas a construir un túnel para unir África y Europa, se encontraron con
un problema inesperado : un enorme surco, de varios cientos de metros de
profundidad, que se había rellenado posteriormente con sedimentos poco
consolidados, y que no formaba parte del entorno rocoso inmediato.
Esto ha
dado pábulo a consolidar la teoría de que,
lo que permitió llenar el desierto mediterráneo “a posteriori”, fue un enorme
río que quizás fuera el causante de la entrada de agua a enorme presión desde
el Atlántico.
Y HOY EN
DÍA ?
En la
actualidad, el Mediterráneo es un mar interior, que baña las costas de tres
continentes. Tiene una extensión de unos 2.510.000 km2, una longitud de casi
cuatro mil kilómetros (3.860 de este a oeste), y una anchura máxima de 1.600
kms. En general es poco profundo, unos 1.370 metros de media, aunque frente a
Grecia el fondo baja hasta mas de 5.000 metros.
Es una
importantísima vía de comunicación marítima, especialmente por lo que
representa como salida para países bálticos y otros asiáticos. , a pesar de que
solamente representa e l l1 por ciento de la superficie de los océanos que
jalonan nuestro planeta. Pero es que el agua que hay en nuestro planeta es tan
inmensa que es difícil concretar con ejemplos.Por ello esta imagen tipo planisferio de los mares de nuestro planeta, para poder apreciar diferencias.
Y no
queremos acabar de escribir una vez más sobre este hermoso mar interior, sin
recordar la sobre explotación que realiza el ser humano en sus escasas
plataformas continentales, donde se encuentra la mayor cantidad de especies
marinas.
Relación de tamaño con los océanos |
Y recordar
también que la regeneración de sus aguas es difícil, necesitando casi un siglo
para recambiarlas, de modo que también sería conveniente colaborar con la
conservación, además de sus especies de flora y fauna, de aguas limpias, costas
cuidadas y colaboración particular con el entorno.
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