Esta nota es un
tanto diferente de lo que estoy acostumbrado a escribir.
Generalmente lo
hago sobre medio ambiente, sobre distintas propuestas para mejorar la
destrucción ambiental actual, o sobre temas puntuales relacionados
con estas situaciones.
No obstante,
mantengo una curiosidad innata sobre el Universo, quizás producto de
algún programa realizado hace muchos años en radio, o una columna
diaria en un periódico argentino durante años que versaba sobre
este universo tan desconocido para nosotros, o simplemente la
curiosidad innata de comprender que el manejo de nuestro planeta de
forma conveniente tiene que ver con que formamos parte de un Universo
bastante incomprensible.
Al fin y al cabo,
cualquier persona con inquietudes en este u otro campo cualquiera,
puede plasmar opiniones que pudieran ser divergentes, pero que
entroncan fácilmente en el pensamiento general, más aún en una
época como la que nos toca vivir, asimilable y publicable fácilmente
a través de las redes sociales. Y sino que se lo pregunten a
Caroline Herschel, a quien el buscador Google recordó hace poco en
su cabecera por su labor como astrónoma, ama de casa y mujer
importante en su labor como astrónoma aficionada pero muy
distinguida principalmente..
El caso es que
cuando comienzas a investigar un poco sobre lo que el ser humano sabe
realmente sobre
lo que acontece o forma parte de ese gran misterio cósmico en el que
vivimos, nos damos cuenta que nos
manejamos en base de
hipótesis, tesis descabelladas, principios no conocidos pero
utilizados, enormes gastos sobre conclusiones que no traerán
aparejado ningún conocimiento utilizable, o disquisiciones
futuribles que quizás nunca se concreten.
Comencemos
por algo muy casero, muy cercano o inmediato : la gravedad.
QUE
ES LA GRAVEDAD
No
lo sabemos. Si hacemos caso al enunciado de Isaac Newton y su famosa
manzana, la gravedad es una fuerza que atrae a dos cuerpos, en
proporción a su masa y su cercanía, y que se debilita a medida que
se aleja, en proporción al cuadrado de la distancia que les separa.
Bien.
Se tomó y se usó para determinar que es la fuerza que nos empuja
(no
nos atrae)
hacia
la tierra, y por ello continuamos pegados a la misma y no salimos
volando hacia el espacio. Esa Teoría de la Ley Gravitacional,
también nos dice que tiene una fuerza equilibrada hacia el núcleo
del planeta, donde la fuerza gravitatoria es mayor.
También
se utiliza esta atracción /repulsión para indicar porqué los
astros se mueven en el espacio y porqué nuestro sistema solar se
mantiene unido. Esta
es su teoría.
Ahora bien. Existen investigadores que propugnan la idea de que
existen partículas desconocidas que ejercen esa presión, y los
llaman “gravitrones”. No deja de ser una teoría más.
Asimismo,
si tomamos la Teoría
de la Relatividad de Einstein, la gravedad es consecuencia de que
“toda masa deforma el espacio-tiempo, de manera que cuanto mayor
sea la masa mayor la deformación”. De manera que la idea (difícil
de entender en 4 dimensiones, ya que nos movemos en un mundo de
tres), es de una cama elástica, plana, en la cual se arroja una
piedra de varios kilos al centro, que la deforma por su peso. Si se
arroja un pedrusco de un extremo al otro, se observa que la
trayectoria se desvía, e incluso tener un movimiento de espiral
sobre la gran roca. Esto se hace sobre todo porque se tiene en cuenta
que la luz se desvía . Pero también es una teoría.
Es
decir, que realmente no se sabe qué es la gravedad , aunque
sí como funciona. Más o menos como la luz eléctrica.
Y estas teorías son la base sobre la que se sustentan muchas teorías
posteriores, se manejan y se construyen artefactos para determinar
sus potenciales, sus leyes propias y su utilización. Sobre algo que
se desconoce.
Este
mismo caso podemos trasladarlos a otras teorías similares, sobre las
cuales se están diseñando, utilizando, practicando y gastando
muchos miles de
millones de dólares.
EL
UNIVERSO Y OTRAS ZARANDAJAS
Del
Universo se dice que es “la
totalidad del espacio y del tiempo, de todas las formas de la
materia, la energía y el impulso, las leyes y constantes físicas
que las gobiernan “ Una
buena definición, porque engloba todo lo conocido y mucho, sino
todo, de lo desconocido.
Se
dice que no existe velocidad superior a la de la luz. Esto es, unos
300.000 kilómetros por segundo. Según la Teoría de la Relatividad
Espacial, la materia, de cualquier tipo que sea, no puede moverse a
una velocidad superior a la velocidad de la luz Sin
embargo, se da por sentado que los taquiones,
unas
partículas hipotéticas denominadas genéricamente “fenómenos
superlumínicos”, sí
podrían viajar a una velocidad superior, o portar información a una
velocidad no cuantificada, pero siempre mayor que la de la luz, que
necesita de una energía infinita para un tiempo foinito, o a la
inversa para producirse.
Esto entraría en contradicciones con la Teoría de la Relatividad,
pero se explica fácilmente para los científicos. Hay que ignorar la
mencionada teoría de la relatividad, y los enunciados de Newton y
Einstein. Entonces es muy simple. No se toman en cuenta las dos leyes
fundamentales de la ciencia de nuestro tiempo y se acabó. Como
ocurre en la Teoría Cuántica, que también contradice la Teoría de
la Relatividad. Pero allí está.
Una
explicación más o menos plausible, es que la materia se mueve a la
velocidad de la luz en
el vacío. De
manera que esto de una velocidad superlumínica podría ocurrir con
la separación de las galaxias, que podrían moverse a mayor
velocidad.
¿Porqué ocurre esto?. Nos preguntamos lo mismo.
EL TIEMPO DEL UNIVERSO
Se
estima que el Universo nació a raiz del llamado Big
Bang,
hace unos 13.800
millones de años. Quédense con el dato. La Teoría, tan aceptada,
de que existió un momento cero en que comenzó la expansión del
universo, super comprimido y super mineralizado, no entra en el
cuestión de qué existía antes. Cojea mucho por allí, pero la
pregunta no tiene solución y Hopkins se quedó tan ancho tras su
formulación.
Aunque
algunos le quieren hacer sombra y predican que existieron muchos Big
Bangs
y muchos Big
Crunchs.
Es decir, colapsos universales que comprimieron y descomprimieron
nuestro universo. Estas también son todas teorías, pero de momento
gana Hopkins por goleada.
Nos seguimos apoyando en teorías para intentar comprender lo
incomprensible.
Bien. Pero partiremos de la base de que 13.800 millones de años es
la teoría que tiene más adeptos en el mundo científico, y una
realidad hoy en día.
Se enfrenta esta teoría con algo que cuesta digerir posteriormente.
Porque
existen cuerpos celestes, las galaxias, que se encuentran separadas
hasta
unos 93.000
millones de años luz unas de otras. Entonces
surge el dilema...¿ Cómo es posible esa separación si el Universo
tiene solamente
13.000 millones de años
? Esa debiera ser la separación máxima normal.
Entonces
es cuando entra en juego otra teoría difícilmente
asimilable. Si la materia no puede moverse a una velocidad mayor que
la luz, cómo ocurre eso con las galaxias? . Los científicos
hallaron una solución para no entrar en conflicto con la Teoría de
la Relatividad espacial. Dicen que la separación no afecta a
dicha teoria, porque solamente afecta al movimiento
en el espacio,
pero no
al espacio mismo, que
puede extenderse a un ritmo superior. Es decir, que si es el espacio
el que se dilata y no los cuerpos celestes, la teoría permanece
intacta. Allí queda eso !!!!
Pero de todas maneras, los científicos se mueven en unos campos
predictorios que indican que el tiempo del universo podría ser hasta
de 180.000 millones de años. También son teorías.
BOSON DE HIGGS O LA “PARTICULA DIOS”
Hicieron
falta muchos años y 9.000 millones de dólares para construir el
complejo colisionador del CERN, ubicado a caballo entre Francia y
Suiza. Se trata de un gran entretejido subterráneo, construido a
una profundidad de 175 metros, con un complejo sistema de túneles
formando un circuito de 27 kilómetros de diámetro. Allí se instaló
el Gran Colisionador de Hadrones (LHC), la máquina mas grande del
mundo hasta
el momento,
capaz de lanzar y colisionar partículas subatómicas a una velocidad
de vértigo : 10.000
millones de kilómetros
(El tiempo para ir hasta los confines del Sistema Solar y voler), en
solo 10
horas.
Posible bosón de Higgs, en un ordenador |
Entre
sus funciones está la de descubrir la materia oscura y la
energía oscura, (de la que hablaremos más adelante), pero hallaron
tiempo para hacer millones de pruebas hasta que en el 2012
informaron sobre la posible existencia de esa “partícula Dios”,
en la traza de una colisión de protones realizadas en el LHC.
El
“bosón de Higgs” es en realidad una de las piezas que faltaba
para completar el llamado Modelo Estandad de Física de Partículas.
Esta teoría, describe las partículas elementales, y sus
interacciones en el Universo. Aún sin tener una confirmación
oficial de su existencia, Higgs recibió el Premio Nobel de
Física en 2013, junto al CERN y a otro investigador, François
Englert.
Cincuenta años de investigación, la participación de miles de
investigadores de 110 países y el gasto aproximado a l.000 millones
de dólares anuales, (solamente en corriente eléctrica se gastan 20
millones de euros anuales, a precio de amigo), dieron por fin con la
escurridiza partícula. Si es que la dieron, porque parece que
existen varios bosones de este tipo. Que no sabemos para qué nos
servirá cuando se descubran, por cierto. Pero quizás forme parte de
nuevas teorías.
MATERIA OSCURA Y ENERGÍA OSCURA
La
Estación
Espacial Internacional,
que terminaría su construcción total en este año de 2016, y que
comenzó hace unos 10 años, costará finalmente
unos 53.000
millones de dólares.
Cuando
esté ensamblada en su totalidad,
tendrá unas dimensiones de 100x100x30 metros, y capacidad
suficiente
para
tripulación humana. De hecho, ha estado ocupada en los últimos años
por diversas tripulaciones. Allí se instaló en 2012
el polémico AMS-02, un detector de rayos cósmicos, que mediría
porciones de protones antimateria, e investigaría la llamada materia
oscura
y su oponente, la energía
oscura.
Estas
son dos versiones antagónicas pero paralelas de una misma teoría
universal : Se dice que los átomos, de los que estamos compuestos no
solamente los seres humanos, sino todas las cosas con masa que
conocemos, tanto en nuestro planeta como en el entorno visible
del cosmos, solamente forman una mínima parte del Universo. Algo así
como un 7 % . El resto está compuesto por una esquiva “materia
oscura” y una aún más “energía oscura” que completarían el
100 5 de todo el Universo conocido.
Se
cree, se investiga y se insiste en la existencia de esta materia
oscura, como el pilar, la base fundamental que mantiene un cierto
orden universal.
La hipótesis sobre la existencia de esta materia oscura
indica que ocupa algo más de un 20 por ciento de la masa- energía
del universo que puede observarse desde la Tierra, la energía
oscura un 70 % y el resto, un mínimo 9 %, lo conforman la
materia de los átomos que motivan nuestro entorno y que sí
podemos observar.
Entonces, si el noventa por ciento del Universo no puede verse,
qué es lo que vemos ??
Quizás haya que plantear la pregunta de otra manera.
De qué está compuesto el Universo?
Hasta hace no mucho tiempo, se pensaba que todos los planetas eras
similares en su estructura, excepto algunas variables que no eran
mayoría. Algunas lunas como Ganímides, de extraña factura, algún
planeta que va y viene, pero en la mayoría de los casos, todo se
regía según un cierto orden. Si el orden se rompía, o los planetas
eran estrellas muy viejas, se convertían en supernovas, novas ,
estallaban , colisionaban, o eran atraídos por otro planeta mayor.
Pero siempre manejándonos en las teorías de atracción-repulsión,
estabilidad cósmica y un cierto equilibrio universal. Existen otras
formaciones, como las galaxias, las estrellas enanas, las binarias,
los “paritorios de estrellas”, los gases, asteroides, cometas y
afines.
Todos parecían moverse entre una suerte de vacío interestelar en
medio de ellos, y en una constante expansión a velocidades
determinadas. Según la teoría del Big Bang, salíamos de un punto,
el universo se expandía, y todos íbamos disparados hacia los
confines ignotos.
Ahora resulta que no...pero sí.
Explicación : Vale, existe todo eso, pero además, existen zonas
oscuras que no reflejan la luz, que no son los agujeros negros, sino
que forman parte del todo. Tiene una característica, y es que no
emiten suficiente radiación electromagnética como para ser
detectada por los medios actuales. Se dice que podría no tener masa,
como los deutrinos.
Lo propuso como tesis allá por 1933 el investigador Fritz Zwicky,
quien habló de una “masa no visible”, que influía en las
velocidades orbitales de las galaxias en los cúmulos , que podrían
ser las causales del comportamiento errático de algunos
conglomerados de estrellas o ciertos cuerpos celestes específicos (
una estrella en la Nube de Magallanes, una estrella enana junto a
Sirio, un hipotético y luego descartado planeta Vulcano, en la
órbita entre el sol y Plutón, etc.). También podría valer como
causal el hecho que resulte desconocido al tipo de investigación que
se realiza actualmente. Es decir, que no sepamos qué ocurre allí
afuera.
Un ejemplo : los investigadores John C, Adamas y Urbain le Verrier,
llegaron a la conclusión, a mediados del siglo 19, que un cierto
movimiento errático de Urano, podría determinar que alguna masa
invisible tirara de él. En 1846 se comprobó que, en efecto, la
predicción era correcta, y que en las coordenadas exactas había un
gran planeta, Neptuno.
Envalentonado por este éxito, Le Verrier propuso otro planeta en
1860, que serviría para explicar un comportamiento errático similar
en Mercurio. Propuso incluso el nombre de Vulcano para este teórico
planeta. Algunos observadores llegaron a verlo.
Pero en 1916, con la ley de la Relatividad General de Einstein, se
explicó de manera simple: Mercurio está muy cerca del Sol y su masa
lo atrae . Fin de Vulcano.
Volvamos a la “materia oscura”.
La atracción gravitacional de un planeta mayor hacia uno menor, no
es suficiente para entender porqué algunas partes del Universo se
mueven más rápidamente que otras. Entre ellos nosotros, porque la
Vía Lactea no lo hace en la misma medida que galaxias vecinas.
Al no tener una explicación plausible sobre el fenómeno, se llegó
a la conclusión de que la masa “real” de nuestra galaxia
sería el doble de lo que vemos.
Fran z Zwicky mide velocidades y brillo en las galaxias que componen
el llamado Cúmulo de Coma. Encuentra algunas velocidades muy altas,
y postula la existencia de una masa faltante que superaría a la
visible en proporción de 50 a 1.
Allí nacería la teoría de la materia oscura, una hipótesis
sobre la que se sigue trabajando a pesar de no poder detectarse
de ninguna manera conocida.
Supernova en explosión.La botella no pinta nada. |
No sirve el hecho de que, por ejemplo, de que recientemente un grupo
de investigadores del Observatorio Astronómico de La Plata,
descubrieran que una nebulosa muy estudiada, la NGC 1399, era en
realidad dos o tres veces mayor de lo que se suponía. Este
gigantesco nuevo tamaño invalidaría en cierta medida la cantidad de
“materia oscura” que se necesitaría, por decirlo así, para
llenar huecos. Y no es el único caso.
Pero además, habría que tratar con prudencia estos estudios y
pretender que exista una materia no visible, no tangible, no
reaccionaria ante el espectro electromagnético, la cual consume
ingentes gastos anuales para no demostrar lo hasta ahora
indemostrable, habla a las claras de las carencias y obcecaciones de
muchos científicos.
Sin embargo, se sigue insistiendo no solamente que existe, sino que
ocupa un 20 % de nuestro Universo, aunque no se pueda comprobar
físicamente. Solamente es una teoría.
Y ocurre otro tanto con la “Energía oscura”. Según una
hipótesis, se supone que es una enorme cantidad de energía de algún
tipo no conocido y no demostrado, pero que ocuparía casi tres
cuartas partes de nuestro Universo. Podría ser el motivo por el cual
nuestra galaxia madre, la Vía Láctea, y otras que se mueven más
rápidamente que lo “normal”, lo hacen porque esta energía
oscura tira con una potencia extra de ellas.
Pero no se sabe qué es, como actúa, ni en qué consiste.
Sin embargo, se siguen realizando numerosas investigaciones, y ante
cualquier pequeña coincidencia como la historia de los microondas,
las llamadas cuerdas, o quizá algún neutrino masivo finalmente
atrapado, sea la refutación ineludible de su existencia.
Debemos tener en cuenta que todo tipo de investigación estelar se
mueve en el campo de lo visible para el ser humano, aunque en casos
como el gas interestelar, mayormente hidrógeno neutro, no es
visible, pero reacciona a las ondas de radio y se detecta por medio
de los radiotelescopios. La variedad va desde ondas de radio hasta
rayos gamma. Más allá de esto, es terreno desconocido.
Y se plantean hipótesis como las que mencionamos, y teorías como
que :
-
Pueden estar constituidas por materia común y corriente, pero en formas que aún no hemos podido detectar.
-
Es algún tipo de materia no convencional, que no emite
ni absorbe luz, ni ninguna otra radiación detectable.
Si las observaciones realizadas en un gran reactor atómico enterrado
en la Antártida son válidas, quizás la resultante serían los
neutrinos masivos . En noviembre de 2014, se publicó que se había
detectado por primera vez un neutrino masivo, que es una variante de
esos neutrinos sin masa que al parecer nos atraviesan constantemente
sin que nos enteremos. La variable sería la masa del mismo, que
pesaría cinco veces más de lo que se estimaba. Si fuese así, esto
podría explicar ese 80 % de masa faltante en el Universo, y
derrocaría las teorías de la materia oscura y la energía oscura
que se propugna actualmente. Pero es asimismo otra teoría nada más,
de momento.
EN REALIDAD...¿QUE ES EL UNIVERSO?
Tenemos alguna idea estimada de lo que es el Universo. Un conjunto
casi imposible de calcular de sistemas parecidos a nuestra propia
galaxia, la Vía Láctea. Antes se creía que el sistema solar estaba
en el centro de esta galaxia, pero luego se determinó que en
realidad estamos en uno de los márgenes, que nos movemos hacia un
punto ubicado en la constelación de la Lira, a una velocidad de 18
kilómetros por segundo. Vamos como una moto, y el resto con
nosotros.
La Vía Lactea tiene una forma lenticular, es decir, redonda y
aplanada. Se cree, ya que no lo sabemos con certeza, que contiene
algo así como entre 100 y 200,000 millones de estrellas, con
un centro junto a la constelación de Sagitario, ubicada a unos
27.000 años luz de nuestro sistema solar. Su diámetro podría ser
de unos 100.000 años luz .
Si podéis imaginar estas dimensiones, características y cantidades,
es que sois unos esclarecidos. Y esto solamente es una galaxia
cercana, visible a siempre vista, que podemos ver en una cierta
cantidad ( hasta unas 60.000 estrellas) en cualquier noche sin nubes.
Pero el caso es que no podemos ver aceptablemente bien nuestra
galaxia, ya que polvo cósmico, material desconocido y otro tipo de
masa similares, podrían taparnos más de la mitad de ella.
Bajo una hipótesis similar se han estudiado los “agujeros
negros”. La teoría comenzó cuando Oppenheimer investigaba un
tipo particular de estrellas, las llamadas estrellas neutrónicas.
Son las que emiten radiaciones llamados “pulsar”, ráfagas de
energía electromagnética mensurable por los seres humanos. Durante
esa investigación, y el estudio de la masa de las estrellas, el
científico también elaboró la teoría de que si una estrella
tuviese mas de tres veces y media el mismo peso que nuestro Sol (es
decir, ser una estrella con una masa más compacta), ésta tendería
a colapsarse, apretándose sobre sí misma (creando una llamada
singularidad), de modo que su propio campo gravitacional impediría
que ninguna materia, ni siquiera la luz, pudiera escapar hacia
afuera.
Se piensa así que cualquier materia que cayese dentro de esta
enorme, desproporcionada e inconmensurable atracción gravitacional,
quedaría presa de una singularidad que no permite ninguna emisión
de luz. Se le llamó agujero negro. El problema es que el ser
humano solamente puede intentar comprender un Universo visible, o
mensurable por algún tipo de mecanismo creado para este tipo de
estudio astronómico. Pero el agujero negro no emite luz y no se les
puede detectar, si es que existente.
Se ha pasado a la medición por Rayos X de alguna estrella con
características de cercanía a algún agujero negro. Una fuente de
radiación de esas características, que podría estar a 10.000 años
luz de distancia, se halla situada en la constelación del Cisne, y
se la llamó Cisne X-1 . Se presume que existe porque hay una
estrella con un diámetro de unas 30 veces nuestro sol cercana a la
fuente de radiación de Cisne X-1, y podría girar junto a ella.
Solamente se estudian los rayos X emitidos desde su cercanía, y si
no se la ve, deducen los investigadores, podría tratarse de una
estrella enana o una neutrónica, con mayor masa que una “normal”.
Sino, dijeron, se trataría de un agujero negro. Y les gustó
la idea, y se quedaron con ella, estimando que el primer agujero
negro descubierto sería esa posible estrella o singularidad
denominada Cisne X-1.
Stephen Howkins formuló una teoría, sobre la posible evaporación
de los agujeros negros. Dice que si el agujero negro puede producir
un par de partículas subatómicas, en algún momento una de ellas
podría escapar a la atracción. Esto haría que el agujero negro se
fuera evaporando. El problema (y la solución de momento) sobre esta
teoría, es que el tiempo que emplearía en evaporarse este agujero
negro, sería mayor que el de billones y billones de veces el
tiempo que hasta el momento tiene nuestro Universo. Seguramente
no se quedará a esperar que desaparezca ese agujero negro.
Bien. Desconocemos, por lo tanto,mucho de nuestro Universo. De hecho
desconocemos incluso nuestra galaxia más cercana. El principal
problema lo forma el polvo cósmico, partículas que probablemente
giren como remolinos, y remolinos dentro de remolinos, que
ocasionalmente y al cabo de millones de años, o miles de millones,
vaya usted a saber, puedan formar planetas como nuestro propio
sistema solar. Este polvo cósmico impide ver con claridad galaxias
lejanas, y muchas de las observaciones que se llevan a cabo consisten
en hipótesis que de momento son válidas, por no poder demostrarse
lo contrario.
Entonces es posible que no hablemos con total certeza sobre la
composición, forma o estructura de las galaxias lejanas, más
difíciles de captar, estudiar, medir y demostrar su existencia o su
situación en el cosmos.
Se ha dado por supuesto que todas las galaxias tienen la misma
estructura aploide que la nuestra, es decir, un tanto plana,
esférica, en una forma como de remolino que converge hacia el centro
de la misma.
También que se dividen genéricamente en dos tipos : Las rojizas,
que son las más jóvenes, y las viejas, (azuladas). Las
primeras tienen más metales, están en la región central y giran de
manera circular. Las azuladas, que se observan en la periferia de la
galaxia, contienen menos metal, más polvo cósmico, y giran de
manera elíptica.
Bien, eso es lo que ocurre en las inmediaciones. En nuestra propia
galaxia y en la más cercana, la de Andrómeda, que queda a dos y
medio años luz. Quédense con la cifra, porque ello indica que
estamos bastante desparramados en el Universo. Pero parece que no
estamos faltos de espacio, si es que podemos comprender el infinito.
COMPRENDER EL UNIVERSO
Como las distancias son exactamente muy astronómicas, decir que la
galaxia más cercana a la Vía Láctea, donde vivimos arrinconados en
el margen derecho (nosotros los humanos), está a más de dos años
luz indica que :
-
El año luz es una medida de distancia, no de tiempo. Si consideramos que la luz tarda unos ocho minutos en llegar del Sol a la Tierra, trasladando esta medida al diámetro de nuestra galaxia, (Vía Láctea), tiene unos 100.000 años luz . Allí podemos hacernos una leve idea.
-
El valor que se toma para esta velocidad es de unos 300.000 kms. por segundo.
-
Con esa velocidad, la luz equivale en números redondos a 9.461.000.000.000 km, o bien a 63.240 Unidades Astronómicas (UA), o también a 0,3066 parsecs.
-
El parsec, una de las medidas más adoptadas por los astrónomos, corresponde a unos 28 billones de kilómetros (o a 3,26 años luz).
-
Pasando a un ejempo concreto, hablemos de la agrupación de “la Cabellera de Berenice” (los 7 cabritos y otros nombres parecidos), el cúmulo más poblado de estrellas de nuestro cielo, visible a simple vista, aunque sean estrellas de segunda magnitud. Estas estrellas forman parte de un cúmulo que encierra unas 11.000 galaxias como la nuestra. Se encuentra relativamente cercano según la estimación del tamaño del Universo: a unos 33.000 años luz de distancia (frente a una medida de 3 millones de años luz que existe entre otras galaxias cercanas).
-
Algunos prominentes investigadores estiman que la dimensión del universo visible desde nuestro planeta, podría encontrarse a una distancia estimada de mil millones de años luz, y que estaría formada por galaxias similares a las existentes en nuestro entorno próximo, si bien los diferentes aparatos ópticos utilizados solamente pueden ver algunas de las formaciones más voluminosas, los centros más activos y de mayores dimensiones.
Si estas medidas pueden darnos una pálida idea de lo enorme,
asombrosamente grande que es nuestro Universo, podemos comprender lo
que sigue, y que es el quid de la cuestión…
¿VEMOS REALMENTE UN UNIVERSO EXISTENTE ?
Observaciones astronómicas indican que el universo tiene una edad de
entre 13 mil 730 y 13 mil 810 millones de años y por lo menos 93.
000 millones de años luz de extensión . Al menos, estas cifras son
las que manejan los investigadores científicos.
Existe una teoría sobre la cantidad de planetas y cuerpos celestes
similares existentes en el Universo que podemos intentar conocer.
Las cifras son mareantes.
“Podria haber cientos de miles de millones de galaxias”,
afirma el astrónomo mexicano Francisco Diego, del Departamento de
Física y Astronomía de University College en Londres, en respuesta
a pregunta en tal sentido durante una entrevista .
De galaxias, dice el astrónomo.
Es decir, de otras estructuras parecidas a nuestra Vía Láctea, que
no olvidemos es una galaxia.
Según una estimación de dos científicos autores del estudio que
publica la revista Astrophysical Journal en su última
edición, hay al menos 100.000 millones de planetas solo en
la Vía Láctea, es decir, uno por cada estrella.
Ahí es nada !
Para hacer una estimación
global, hahría que multiplicar los 100.000 millones de planetas
cercanos al ser humano, por los cientos de miles de millones de
galaxias, para tener una idea clarificadora sobre la cantidad de
planetas existentes en el Universo.
El Universo que se conoce
ahora, que no es el realmente existente.
Porqué es así ? Si
tomamos en cuenta que la luz de nuestro Sol tarda 8 minutos en llegar
a la Tierra, la realidad es que la luz que vemos actualmente se
emitió hace 8 minutos, no es la actual que llegará dentro de otros
ocho minutos.
Y eso con una luz
increíblemente cercana.
Volvemos ahora a la
“Cabellera de Berenice”, ese cúmulo de estrellas que
comentábamos, visibles al ojo humano. Está a 300.000 años luz de
distancia, es decir, que vemos la luz que ese grupo de estrellas
emitió hace 300,000 años
luz, no la que emiten actualmente.
Si es que actualmente existen.
Nos
guiamos para ver distancias lejanas con telescopios tan potentes como
el Hubble, ubicado en órbita en torno a nuestro planeta, que
aprovecha las horas de sombra para observar el cosmos.
De
hecho, una de las fotografías más impactantes de nuestro universo
fue tomada por este gigantesco telescopio, del tamaño de un vagón
de tren, y se conoce como Campo
Ultra Profundo del Hubble. Se
trata de una composición apresada por la lente gigantesca durante un
par de años, trasladada al ordenador a bordo, y enviada
posteriormente a la NASA.
El
mosaico fotográfico muestra
luz de estrellas y galaxias situadas a 13.000
millones de años luz de distancia de nuestra galaxia.
¿Qué quiere decir eso?, que lo que vemos en la composición
fotográfica es tal y como era esa región hace 13.000 millones de
años...no como podría ser actualmente. Podría haber desaparecido
en todo ese tiempo, y nunca lo sabríamos...bueno, quizás alguien
que viva dentro de esos 13.000 millones de años en la Tierra.
Sin embargo, en eso basamos nuestro conocimiento del Universo. De
algo que ocurrió hace mucho tiempo, y cuya luz aún llega hasta esta
parte del Universo.
No tenemos ni siquiera claro – si es que lo hay – sobre el
posible tamaño del Universo.
Podría tener una longitud de billones de años luz, o podría
existir realmente lo que denominamos “infinito”. Lo que
probablemente se observa, es del orden de los 46.500 millones de años
luz en todas las direcciones desde la Tierra. Si la teoría sobre la
curvatura del espacio es real, la luz se va curvando en el espacio,
hasta llegar a su punto de partida. De modo que podría tratarse de
una esfera perfecta, con un diámetro aproximado a los 100.000
millones de años luz.
Pero eso es también mera conjetura. No comprendemos muy bien qué es
realmente el Universo.
La galaxia más lejana vista desde la Tierra |
Es como si a un imaginario insecto pensante intentamos explicarle
nuestro planeta. Condicionado a las limitaciones de su mundo pequeño,
constreñido a ciertas cosas que le rodean, cómo intentaríamos
explicarle la existencia de la nieve, de las montañas, de un río o
del mar? Son conceptos que no podría captar en su imperfecta mente.
Eso mismo nos ocurre a nosotros. No podemos comprender el Universo,
no entendemos el concepto de infinito, no sabemos de qué está
compuesto, como comenzó y cómo y dónde termina...si es que
termina.
Para colmo, como solamente conocemos un 2 % del entorno galáctico,
nos tenemos que guiar por nuestros escasos cinco sentidos,y un
razonamiento controvertido, solamente podemos comprender lo que
podemos palpar, oír, ver, y sentir de manera humana.
Que además tiene medios limitados de observación, y que solamente
cubre una distancia-tiempo limitada. Además, y eso es quizás lo más
importante, es que estamos observando algo que ocurrió, como mínimo,
algunos años luz detrás… es decir, cuando la luz fue
emitida, no en la actualidad.
Realmente, vemos el pasado del Universo.
ENTONCES...QUE ES LO QUE VEMOS ?
A simple vista, solamente observamos un máximo de 6.000 estrellas,
si nos encontramos en un lugar sin emisiones de luz cercanas. Con el
Hubble, en cambio, se pueden observar un millón de planetas,
asteroides y objetos diversos del espacio exterior.
Esto es muy interesante, aunque con muchas limitaciones.
Si tenemos en cuenta la posibilidad de que el universo sea infinito,
y sin entrar mucho en consideración sobre dicha palabra, decimos que
con todos los medios ópticos, infrarrojos, radiotelescopios, Rayos
X, Gamma y otros instrumentos que se construyen en la Tierra, podemos
observar aproximadamente un 2 % del universo circundante. Desde
cualquier punto del planeta, y en cualquier dirección que se
produzca la observación, solamente se podrá llegar hasta una
distancia de 46.500 millones de años luz de distancia.
Bien, pero consideramos anteriormente que el Universo podría tener
un diámetro de 100.000 millones de años luz , en el caso que fuera
una esfera. Esta teoría se basa en la idea de que la luz produce una
difracción en el espacio, lo que hace que aún en línea recta, la
luz produce una curvatura. Si dicha curvatura se mantiene, se vuelve
al punto de partida en algún momento. Es decir, se forma una esfera.
Hay otras teorías, sobre si es plano, tiene un espacio-temporal
consigo, y parecidas.
Total, que lo único que vemos es como decir : “puedo ver hasta el
patio del vecino. Me queda el resto del mundo por ver”...y quizás
mucho más.
Estación Espacial Internacional |
Además, lo que vemos es algo que ocurrió posiblemente hace millones
de años luz, y no en este momento, por lo que puede haber ido
variando constantemente.
Se sabe que existen interacciones entre los planetas, que no son
estables e inamovibles. Nuestra propia Luna se aleja de nosotros, y
en determinado momento se irá. Se conocen estrellas enanas,
“parideras de estrellas”, super novas, se cree que exite energía
oscura, materia oscura, constelaciones que viajan más lentamente o
rápidamente que nuestra propia Vía Láctea.
Es verdad, se saben muchas cosas...pero la mayoría teorías sin
confirmar.
Es posible entonces que en lugares donde nuestros sentidos no sirven
para nada, existan otro tipo de aglomeraciones, racimos de estrellas,
galaxias , novas y supernovas o ...vaya usted a saber!!
Es como intentar resolver el problema de “PI”, . El número
primario es más o menos conocido, 3,1416...y sigue. No alcanzaría
una vida para finalizarlo, porque siempre habrá alguna variante
nueva, un nuevo número que agregar. En realidad, es posible que
varias vidas encadenadas, o los super ordenadores más potentes, no
puedan lograrlo, porque siempre existiría un nuevo número a
agregar.
Por ello creo que es más lo que desconocemos que lo que sabemos.
De lo que sabemos, la mitad o más son simplemente teorías,
partiendo de las conocidas leyes universales de Einstein, Newton ,
Keppler, Galileo, ...y compañía. Hoppkins ( y George Gamow antes),
lanzan su teoría del Big Bang, apoyado y ayudado por otros teóricos
similares, y como no se puede demostrar de momento lo contrario, se
lo toma como regla lógica y base para futuros estudios. Pero nadie
se atreve a conjeturar o elaborar una teoría sobre lo que ocurría
antes del Big Bang. Por las dudas...
El deseo de conocer es sumamente fuerte en el ser humano. A veces por
el simple hecho de la curiosidad, o porque le fastidia no tener
respuesta para las cosas que desconoce. Y se embarca en aventuras
inverosímiles, si encuentra el apoyo concreto, el dinero necesario y
la atención de otras personas.
Pero digo yo...¿cuál es la diferencia de saber que el Mundo no está
sostenido por Atlas, descansando sobre cuatro tortugas en un mar
infinito, que la Tierra no es el centro del Cosmos o saber realmente
que existen miles de millones de galaxias a nuestro alrededor.? ?
¿Que nos dice el conocer que viajamos a una velocidad astronómica
montados en un pequeño planeta que se dará de bruces dentro de
millones de años con un punto en la constelación de Lira?.
¿Nos cambia, nos mejora o nos sirve para algo tal conocimiento?.
Quizás sí, para la formación de nuevos astrónomos.
Pero mira lo que pasa a algunos adelantados a su tiempo. En 1440,
Nicolás De Cusa, que con ese nombre era un respetable científico
alemán, mantuvo que el espacio era infinito, que las estrellas eran
soles que se extendían en todas las direcciones, y que si se las
veía tan pequeñas, era porque estaban muy lejos. Como no podía
demostrarlo, se lo ignoró durante 320 años. Vaya tontería,
dijeron!!
Pero lo que luego demostró por vez primera Edmund Hally, el del
cometa, era que efectivamente, los planetas se movían, el espacio
era mayor del o que se pensaba, y que construyendo un pequeño
telescopio se acercaban esos objetos. Esto en 1718.
Es decir, que muchas de las teorías existentes hoy en dia, salvo que
se acomoden como en el caso de la Teoría de la Relatividad Universal
y los objetos sublumínicos, las teorías se desmontan o se
manifiestan como verdad simple con el paso de los tiempos.
Pero esto no ha cambiado en nada nuestra vida con respecto al
Universo. ¿O sí?.
Algunos científicos afirman que sí.
William Gerstenmaier, responsable de Exploración y Operaciones
Tripuladas, afirmó en 2015, durante una visita a España, que “la
exporación espacial no solo es un mundo apasionante sino que además
genera grandes beneficios para la humanidad, unos beneficios que no
lograríamos sino fuera por la ambiciób de explorar el universo”.
Lo que viene a decir es que algunos resultados son luego llevados al
gran público (caso del velcro, de los rayos X, de la miniaturización
de compnentes, que ahora se usan en los móviles, o Internet, gracias
a un satélite meteorológico, etc).
Pero no le podríamos dar la vuelta a la pregunta : ¿Estarían
dispuestos los Estados solventes a aportar más en I+D+i en caso de
no desarrollarse una carrera espacial?.
El mismo científico dijo en una entrevista ,hablando sobre el
comienzo de la carrera espacial que : “Queríamos ser mejores que
los rusos y pisar la Luna, y eso justificaba el gasto”.
Vale. Pues si puedes gastarte unos cuantos cientos de millones para
demostrarle a otro país que eres mejor que él y quedarte tan ancho,
vale. El caso es que eso podría haberse dedicado simplemente a
investigación de tipo corriente, cotidiano, en lugar de dar un
pequeño paso para el hombre, pero grande para la Humanidad.
Humanidad que se queda, por decirlo burdamente, con las sobras de ese
fenomenal gasto.
Como colofón, no me queda más que decir que pienso que se está
invirtiendo demasiado dinero, demasiado esfuerzo científico,
demasiados Departamentos, demasiado gasto de personal, y un sinfín
más de “demasiados”, para terminar con una certeza.
Que lo que estamos investigando, lo que estamos asegurando sobre
el Universo, puede que no exista. Simplemente.
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