domingo, 17 de abril de 2016

Qué sabemos en realidad sobre el Universo ?





Esta nota es un tanto diferente de lo que estoy acostumbrado a escribir.
Generalmente lo hago sobre medio ambiente, sobre distintas propuestas para mejorar la destrucción ambiental actual, o sobre temas puntuales relacionados con estas situaciones.
No obstante, mantengo una curiosidad innata sobre el Universo, quizás producto de algún programa realizado hace muchos años en radio, o una columna diaria en un periódico argentino durante años que versaba sobre este universo tan desconocido para nosotros, o simplemente la curiosidad innata de comprender que el manejo de nuestro planeta de forma conveniente tiene que ver con que formamos parte de un Universo bastante incomprensible.

Al fin y al cabo, cualquier persona con inquietudes en este u otro campo cualquiera, puede plasmar opiniones que pudieran ser divergentes, pero que entroncan fácilmente en el pensamiento general, más aún en una época como la que nos toca vivir, asimilable y publicable fácilmente a través de las redes sociales. Y sino que se lo pregunten a Caroline Herschel, a quien el buscador Google recordó hace poco en su cabecera por su labor como astrónoma, ama de casa y mujer importante en su labor como astrónoma aficionada pero muy distinguida principalmente..

El caso es que cuando comienzas a investigar un poco sobre lo que el ser humano sabe realmente sobre lo que acontece o forma parte de ese gran misterio cósmico en el que vivimos, nos damos cuenta que nos manejamos en base de hipótesis, tesis descabelladas, principios no conocidos pero utilizados, enormes gastos sobre conclusiones que no traerán aparejado ningún conocimiento utilizable, o disquisiciones futuribles que quizás nunca se concreten.

Comencemos por algo muy casero, muy cercano o inmediato : la gravedad.

QUE ES LA GRAVEDAD

No lo sabemos. Si hacemos caso al enunciado de Isaac Newton y su famosa manzana, la gravedad es una fuerza que atrae a dos cuerpos, en proporción a su masa y su cercanía, y que se debilita a medida que se aleja, en proporción al cuadrado de la distancia que les separa.
Bien. Se tomó y se usó para determinar que es la fuerza que nos empuja (no nos atrae) hacia la tierra, y por ello continuamos pegados a la misma y no salimos volando hacia el espacio. Esa Teoría de la Ley Gravitacional, también nos dice que tiene una fuerza equilibrada hacia el núcleo del planeta, donde la fuerza gravitatoria es mayor.
También se utiliza esta atracción /repulsión para indicar porqué los astros se mueven en el espacio y porqué nuestro sistema solar se mantiene unido. Esta es su teoría.

Ahora bien. Existen investigadores que propugnan la idea de que existen partículas desconocidas que ejercen esa presión, y los llaman “gravitrones”. No deja de ser una teoría más.

Asimismo, si tomamos la Teoría de la Relatividad de Einstein, la gravedad es consecuencia de que “toda masa deforma el espacio-tiempo, de manera que cuanto mayor sea la masa mayor la deformación”. De manera que la idea (difícil de entender en 4 dimensiones, ya que nos movemos en un mundo de tres), es de una cama elástica, plana, en la cual se arroja una piedra de varios kilos al centro, que la deforma por su peso. Si se arroja un pedrusco de un extremo al otro, se observa que la trayectoria se desvía, e incluso tener un movimiento de espiral sobre la gran roca. Esto se hace sobre todo porque se tiene en cuenta que la luz se desvía . Pero también es una teoría.
Es decir, que realmente no se sabe qué es la gravedad , aunque sí como funciona. Más o menos como la luz eléctrica.
Y estas teorías son la base sobre la que se sustentan muchas teorías posteriores, se manejan y se construyen artefactos para determinar sus potenciales, sus leyes propias y su utilización. Sobre algo que se desconoce.

Este mismo caso podemos trasladarlos a otras teorías similares, sobre las cuales se están diseñando, utilizando, practicando y gastando muchos miles de millones de dólares.

EL UNIVERSO Y OTRAS ZARANDAJAS

Del Universo se dice que es “la totalidad del espacio y del tiempo, de todas las formas de la materia, la energía y el impulso, las leyes y constantes físicas que las gobiernan “ Una buena definición, porque engloba todo lo conocido y mucho, sino todo, de lo desconocido.
Se dice que no existe velocidad superior a la de la luz. Esto es, unos 300.000 kilómetros por segundo. Según la Teoría de la Relatividad Espacial, la materia, de cualquier tipo que sea, no puede moverse a una velocidad superior a la velocidad de la luz Sin embargo, se da por sentado que los taquiones, unas partículas hipotéticas denominadas genéricamente “fenómenos superlumínicos”, podrían viajar a una velocidad superior, o portar información a una velocidad no cuantificada, pero siempre mayor que la de la luz, que necesita de una energía infinita para un tiempo foinito, o a la inversa para producirse.
Esto entraría en contradicciones con la Teoría de la Relatividad, pero se explica fácilmente para los científicos. Hay que ignorar la mencionada teoría de la relatividad, y los enunciados de Newton y Einstein. Entonces es muy simple. No se toman en cuenta las dos leyes fundamentales de la ciencia de nuestro tiempo y se acabó. Como ocurre en la Teoría Cuántica, que también contradice la Teoría de la Relatividad. Pero allí está.
Una explicación más o menos plausible, es que la materia se mueve a la velocidad de la luz en el vacío. De manera que esto de una velocidad superlumínica podría ocurrir con la separación de las galaxias, que podrían moverse a mayor velocidad.
¿Porqué ocurre esto?. Nos preguntamos lo mismo.

EL TIEMPO DEL UNIVERSO

Se estima que el Universo nació a raiz del llamado Big Bang, hace unos 13.800 millones de años. Quédense con el dato. La Teoría, tan aceptada, de que existió un momento cero en que comenzó la expansión del universo, super comprimido y super mineralizado, no entra en el cuestión de qué existía antes. Cojea mucho por allí, pero la pregunta no tiene solución y Hopkins se quedó tan ancho tras su formulación.
Aunque algunos le quieren hacer sombra y predican que existieron muchos Big Bangs y muchos Big Crunchs. Es decir, colapsos universales que comprimieron y descomprimieron nuestro universo. Estas también son todas teorías, pero de momento gana Hopkins por goleada.
Nos seguimos apoyando en teorías para intentar comprender lo incomprensible.
Bien. Pero partiremos de la base de que 13.800 millones de años es la teoría que tiene más adeptos en el mundo científico, y una realidad hoy en día.
Se enfrenta esta teoría con algo que cuesta digerir posteriormente.
Porque existen cuerpos celestes, las galaxias, que se encuentran separadas hasta unos 93.000 millones de años luz unas de otras. Entonces surge el dilema...¿ Cómo es posible esa separación si el Universo tiene solamente 13.000 millones de años ? Esa debiera ser la separación máxima normal.
Entonces es cuando entra en juego otra teoría difícilmente asimilable. Si la materia no puede moverse a una velocidad mayor que la luz, cómo ocurre eso con las galaxias? . Los científicos hallaron una solución para no entrar en conflicto con la Teoría de la Relatividad espacial. Dicen que la separación no afecta a dicha teoria, porque solamente afecta al movimiento en el espacio, pero no al espacio mismo, que puede extenderse a un ritmo superior. Es decir, que si es el espacio el que se dilata y no los cuerpos celestes, la teoría permanece intacta. Allí queda eso !!!!
Pero de todas maneras, los científicos se mueven en unos campos predictorios que indican que el tiempo del universo podría ser hasta de 180.000 millones de años. También son teorías.

BOSON DE HIGGS O LA “PARTICULA DIOS”


Hicieron falta muchos años y 9.000 millones de dólares para construir el complejo colisionador del CERN, ubicado a caballo entre Francia y Suiza. Se trata de un gran entretejido subterráneo, construido a una profundidad de 175 metros, con un complejo sistema de túneles formando un circuito de 27 kilómetros de diámetro. Allí se instaló el Gran Colisionador de Hadrones (LHC), la máquina mas grande del mundo hasta el momento, capaz de lanzar y colisionar partículas subatómicas a una velocidad de vértigo : 10.000 millones de kilómetros (El tiempo para ir hasta los confines del Sistema Solar y voler), en solo 10 horas.
Posible bosón de Higgs, en un ordenador
Entre sus funciones está la de descubrir la materia oscura y la energía oscura, (de la que hablaremos más adelante), pero hallaron tiempo para hacer millones de pruebas hasta que en el 2012 informaron sobre la posible existencia de esa “partícula Dios”, en la traza de una colisión de protones realizadas en el LHC.
El “bosón de Higgs” es en realidad una de las piezas que faltaba para completar el llamado Modelo Estandad de Física de Partículas. Esta teoría, describe las partículas elementales, y sus interacciones en el Universo. Aún sin tener una confirmación oficial de su existencia, Higgs recibió el Premio Nobel de Física en 2013, junto al CERN y a otro investigador, François Englert.
Cincuenta años de investigación, la participación de miles de investigadores de 110 países y el gasto aproximado a l.000 millones de dólares anuales, (solamente en corriente eléctrica se gastan 20 millones de euros anuales, a precio de amigo), dieron por fin con la escurridiza partícula. Si es que la dieron, porque parece que existen varios bosones de este tipo. Que no sabemos para qué nos servirá cuando se descubran, por cierto. Pero quizás forme parte de nuevas teorías.

MATERIA OSCURA Y ENERGÍA OSCURA

La Estación Espacial Internacional, que terminaría su construcción total en este año de 2016, y que comenzó hace unos 10 años, costará finalmente unos 53.000 millones de dólares. Cuando esté ensamblada en su totalidad, tendrá unas dimensiones de 100x100x30 metros, y capacidad suficiente para tripulación humana. De hecho, ha estado ocupada en los últimos años por diversas tripulaciones. Allí se instaló en 2012 el polémico AMS-02, un detector de rayos cósmicos, que mediría porciones de protones antimateria, e investigaría la llamada materia oscura y su oponente, la energía oscura.
Estas son dos versiones antagónicas pero paralelas de una misma teoría universal : Se dice que los átomos, de los que estamos compuestos no solamente los seres humanos, sino todas las cosas con masa que conocemos, tanto en nuestro planeta como en el entorno visible del cosmos, solamente forman una mínima parte del Universo. Algo así como un 7 % . El resto está compuesto por una esquiva “materia oscura” y una aún más “energía oscura” que completarían el 100 5 de todo el Universo conocido.
Se cree, se investiga y se insiste en la existencia de esta materia oscura, como el pilar, la base fundamental que mantiene un cierto orden universal.

La hipótesis sobre la existencia de esta materia oscura indica que ocupa algo más de un 20 por ciento de la masa- energía del universo que puede observarse desde la Tierra, la energía oscura un 70 % y el resto, un mínimo 9 %, lo conforman la materia de los átomos que motivan nuestro entorno y que podemos observar.

Entonces, si el noventa por ciento del Universo no puede verse, qué es lo que vemos ??

Quizás haya que plantear la pregunta de otra manera.

De qué está compuesto el Universo?
Hasta hace no mucho tiempo, se pensaba que todos los planetas eras similares en su estructura, excepto algunas variables que no eran mayoría. Algunas lunas como Ganímides, de extraña factura, algún planeta que va y viene, pero en la mayoría de los casos, todo se regía según un cierto orden. Si el orden se rompía, o los planetas eran estrellas muy viejas, se convertían en supernovas, novas , estallaban , colisionaban, o eran atraídos por otro planeta mayor. Pero siempre manejándonos en las teorías de atracción-repulsión, estabilidad cósmica y un cierto equilibrio universal. Existen otras formaciones, como las galaxias, las estrellas enanas, las binarias, los “paritorios de estrellas”, los gases, asteroides, cometas y afines.
Todos parecían moverse entre una suerte de vacío interestelar en medio de ellos, y en una constante expansión a velocidades determinadas. Según la teoría del Big Bang, salíamos de un punto, el universo se expandía, y todos íbamos disparados hacia los confines ignotos.

Ahora resulta que no...pero sí.

Explicación : Vale, existe todo eso, pero además, existen zonas oscuras que no reflejan la luz, que no son los agujeros negros, sino que forman parte del todo. Tiene una característica, y es que no emiten suficiente radiación electromagnética como para ser detectada por los medios actuales. Se dice que podría no tener masa, como los deutrinos.
Lo propuso como tesis allá por 1933 el investigador Fritz Zwicky, quien habló de una “masa no visible”, que influía en las velocidades orbitales de las galaxias en los cúmulos , que podrían ser las causales del comportamiento errático de algunos conglomerados de estrellas o ciertos cuerpos celestes específicos ( una estrella en la Nube de Magallanes, una estrella enana junto a Sirio, un hipotético y luego descartado planeta Vulcano, en la órbita entre el sol y Plutón, etc.). También podría valer como causal el hecho que resulte desconocido al tipo de investigación que se realiza actualmente. Es decir, que no sepamos qué ocurre allí afuera.
Un ejemplo : los investigadores John C, Adamas y Urbain le Verrier, llegaron a la conclusión, a mediados del siglo 19, que un cierto movimiento errático de Urano, podría determinar que alguna masa invisible tirara de él. En 1846 se comprobó que, en efecto, la predicción era correcta, y que en las coordenadas exactas había un gran planeta, Neptuno.
Envalentonado por este éxito, Le Verrier propuso otro planeta en 1860, que serviría para explicar un comportamiento errático similar en Mercurio. Propuso incluso el nombre de Vulcano para este teórico planeta. Algunos observadores llegaron a verlo.
Pero en 1916, con la ley de la Relatividad General de Einstein, se explicó de manera simple: Mercurio está muy cerca del Sol y su masa lo atrae . Fin de Vulcano.

Volvamos a la “materia oscura”.
La atracción gravitacional de un planeta mayor hacia uno menor, no es suficiente para entender porqué algunas partes del Universo se mueven más rápidamente que otras. Entre ellos nosotros, porque la Vía Lactea no lo hace en la misma medida que galaxias vecinas.
Al no tener una explicación plausible sobre el fenómeno, se llegó a la conclusión de que la masa “real” de nuestra galaxia sería el doble de lo que vemos.
Fran z Zwicky mide velocidades y brillo en las galaxias que componen el llamado Cúmulo de Coma. Encuentra algunas velocidades muy altas, y postula la existencia de una masa faltante que superaría a la visible en proporción de 50 a 1.
Allí nacería la teoría de la materia oscura, una hipótesis sobre la que se sigue trabajando a pesar de no poder detectarse de ninguna manera conocida.
Supernova en explosión.La botella no pinta nada.
No sirve el hecho de que, por ejemplo, de que recientemente un grupo de investigadores del Observatorio Astronómico de La Plata, descubrieran que una nebulosa muy estudiada, la NGC 1399, era en realidad dos o tres veces mayor de lo que se suponía. Este gigantesco nuevo tamaño invalidaría en cierta medida la cantidad de “materia oscura” que se necesitaría, por decirlo así, para llenar huecos. Y no es el único caso.
Pero además, habría que tratar con prudencia estos estudios y pretender que exista una materia no visible, no tangible, no reaccionaria ante el espectro electromagnético, la cual consume ingentes gastos anuales para no demostrar lo hasta ahora indemostrable, habla a las claras de las carencias y obcecaciones de muchos científicos.
Sin embargo, se sigue insistiendo no solamente que existe, sino que ocupa un 20 % de nuestro Universo, aunque no se pueda comprobar físicamente. Solamente es una teoría.
Y ocurre otro tanto con la “Energía oscura”. Según una hipótesis, se supone que es una enorme cantidad de energía de algún tipo no conocido y no demostrado, pero que ocuparía casi tres cuartas partes de nuestro Universo. Podría ser el motivo por el cual nuestra galaxia madre, la Vía Láctea, y otras que se mueven más rápidamente que lo “normal”, lo hacen porque esta energía oscura tira con una potencia extra de ellas.
Pero no se sabe qué es, como actúa, ni en qué consiste.

Sin embargo, se siguen realizando numerosas investigaciones, y ante cualquier pequeña coincidencia como la historia de los microondas, las llamadas cuerdas, o quizá algún neutrino masivo finalmente atrapado, sea la refutación ineludible de su existencia.

Debemos tener en cuenta que todo tipo de investigación estelar se mueve en el campo de lo visible para el ser humano, aunque en casos como el gas interestelar, mayormente hidrógeno neutro, no es visible, pero reacciona a las ondas de radio y se detecta por medio de los radiotelescopios. La variedad va desde ondas de radio hasta rayos gamma. Más allá de esto, es terreno desconocido.
Y se plantean hipótesis como las que mencionamos, y teorías como que :
  • Pueden estar constituidas por materia común y corriente, pero en formas que aún no hemos podido detectar.
  • Es algún tipo de materia no convencional, que no emite ni absorbe luz, ni ninguna otra radiación detectable.



Si las observaciones realizadas en un gran reactor atómico enterrado en la Antártida son válidas, quizás la resultante serían los neutrinos masivos . En noviembre de 2014, se publicó que se había detectado por primera vez un neutrino masivo, que es una variante de esos neutrinos sin masa que al parecer nos atraviesan constantemente sin que nos enteremos. La variable sería la masa del mismo, que pesaría cinco veces más de lo que se estimaba. Si fuese así, esto podría explicar ese 80 % de masa faltante en el Universo, y derrocaría las teorías de la materia oscura y la energía oscura que se propugna actualmente. Pero es asimismo otra teoría nada más, de momento.

EN REALIDAD...¿QUE ES EL UNIVERSO?



 Tenemos alguna idea estimada de lo que es el Universo. Un conjunto casi imposible de calcular de sistemas parecidos a nuestra propia galaxia, la Vía Láctea. Antes se creía que el sistema solar estaba en el centro de esta galaxia, pero luego se determinó que en realidad estamos en uno de los márgenes, que nos movemos hacia un punto ubicado en la constelación de la Lira, a una velocidad de 18 kilómetros por segundo. Vamos como una moto, y el resto con nosotros.

La Vía Lactea tiene una forma lenticular, es decir, redonda y aplanada. Se cree, ya que no lo sabemos con certeza, que contiene algo así como entre 100 y 200,000 millones de estrellas, con un centro junto a la constelación de Sagitario, ubicada a unos 27.000 años luz de nuestro sistema solar. Su diámetro podría ser de unos 100.000 años luz .
Si podéis imaginar estas dimensiones, características y cantidades, es que sois unos esclarecidos. Y esto solamente es una galaxia cercana, visible a siempre vista, que podemos ver en una cierta cantidad ( hasta unas 60.000 estrellas) en cualquier noche sin nubes.
Pero el caso es que no podemos ver aceptablemente bien nuestra galaxia, ya que polvo cósmico, material desconocido y otro tipo de masa similares, podrían taparnos más de la mitad de ella.

Bajo una hipótesis similar se han estudiado los “agujeros negros”. La teoría comenzó cuando Oppenheimer investigaba un tipo particular de estrellas, las llamadas estrellas neutrónicas. Son las que emiten radiaciones llamados “pulsar”, ráfagas de energía electromagnética mensurable por los seres humanos. Durante esa investigación, y el estudio de la masa de las estrellas, el científico también elaboró la teoría de que si una estrella tuviese mas de tres veces y media el mismo peso que nuestro Sol (es decir, ser una estrella con una masa más compacta), ésta tendería a colapsarse, apretándose sobre sí misma (creando una llamada singularidad), de modo que su propio campo gravitacional impediría que ninguna materia, ni siquiera la luz, pudiera escapar hacia afuera.
Se piensa así que cualquier materia que cayese dentro de esta enorme, desproporcionada e inconmensurable atracción gravitacional, quedaría presa de una singularidad que no permite ninguna emisión de luz. Se le llamó agujero negro. El problema es que el ser humano solamente puede intentar comprender un Universo visible, o mensurable por algún tipo de mecanismo creado para este tipo de estudio astronómico. Pero el agujero negro no emite luz y no se les puede detectar, si es que existente.
Se ha pasado a la medición por Rayos X de alguna estrella con características de cercanía a algún agujero negro. Una fuente de radiación de esas características, que podría estar a 10.000 años luz de distancia, se halla situada en la constelación del Cisne, y se la llamó Cisne X-1 . Se presume que existe porque hay una estrella con un diámetro de unas 30 veces nuestro sol cercana a la fuente de radiación de Cisne X-1, y podría girar junto a ella. Solamente se estudian los rayos X emitidos desde su cercanía, y si no se la ve, deducen los investigadores, podría tratarse de una estrella enana o una neutrónica, con mayor masa que una “normal”. Sino, dijeron, se trataría de un agujero negro. Y les gustó la idea, y se quedaron con ella, estimando que el primer agujero negro descubierto sería esa posible estrella o singularidad denominada Cisne X-1.
Stephen Howkins formuló una teoría, sobre la posible evaporación de los agujeros negros. Dice que si el agujero negro puede producir un par de partículas subatómicas, en algún momento una de ellas podría escapar a la atracción. Esto haría que el agujero negro se fuera evaporando. El problema (y la solución de momento) sobre esta teoría, es que el tiempo que emplearía en evaporarse este agujero negro, sería mayor que el de billones y billones de veces el tiempo que hasta el momento tiene nuestro Universo. Seguramente no se quedará a esperar que desaparezca ese agujero negro.



Bien. Desconocemos, por lo tanto,mucho de nuestro Universo. De hecho desconocemos incluso nuestra galaxia más cercana. El principal problema lo forma el polvo cósmico, partículas que probablemente giren como remolinos, y remolinos dentro de remolinos, que ocasionalmente y al cabo de millones de años, o miles de millones, vaya usted a saber, puedan formar planetas como nuestro propio sistema solar. Este polvo cósmico impide ver con claridad galaxias lejanas, y muchas de las observaciones que se llevan a cabo consisten en hipótesis que de momento son válidas, por no poder demostrarse lo contrario.

Entonces es posible que no hablemos con total certeza sobre la composición, forma o estructura de las galaxias lejanas, más difíciles de captar, estudiar, medir y demostrar su existencia o su situación en el cosmos.
Se ha dado por supuesto que todas las galaxias tienen la misma estructura aploide que la nuestra, es decir, un tanto plana, esférica, en una forma como de remolino que converge hacia el centro de la misma.
También que se dividen genéricamente en dos tipos : Las rojizas, que son las más jóvenes, y las viejas, (azuladas). Las primeras tienen más metales, están en la región central y giran de manera circular. Las azuladas, que se observan en la periferia de la galaxia, contienen menos metal, más polvo cósmico, y giran de manera elíptica.
Bien, eso es lo que ocurre en las inmediaciones. En nuestra propia galaxia y en la más cercana, la de Andrómeda, que queda a dos y medio años luz. Quédense con la cifra, porque ello indica que estamos bastante desparramados en el Universo. Pero parece que no estamos faltos de espacio, si es que podemos comprender el infinito.


COMPRENDER EL UNIVERSO

Como las distancias son exactamente muy astronómicas, decir que la galaxia más cercana a la Vía Láctea, donde vivimos arrinconados en el margen derecho (nosotros los humanos), está a más de dos años luz indica que :

  1. El año luz es una medida de distancia, no de tiempo. Si consideramos que la luz tarda unos ocho minutos en llegar del Sol a la Tierra, trasladando esta medida al diámetro de nuestra galaxia, (Vía Láctea), tiene unos 100.000 años luz . Allí podemos hacernos una leve idea.
  2. El valor que se toma para esta velocidad es de unos 300.000 kms. por segundo.
  3. Con esa velocidad, la luz equivale en números redondos a 9.461.000.000.000 km, o bien a 63.240 Unidades Astronómicas (UA), o también a 0,3066 parsecs.
  4. El parsec, una de las medidas más adoptadas por los astrónomos, corresponde a unos 28 billones de kilómetros (o a 3,26 años luz).
  5. Pasando a un ejempo concreto, hablemos de la agrupación de “la Cabellera de Berenice” (los 7 cabritos y otros nombres parecidos), el cúmulo más poblado de estrellas de nuestro cielo, visible a simple vista, aunque sean estrellas de segunda magnitud. Estas estrellas forman parte de un cúmulo que encierra unas 11.000 galaxias como la nuestra. Se encuentra relativamente cercano según la estimación del tamaño del Universo: a unos 33.000 años luz de distancia (frente a una medida de 3 millones de años luz que existe entre otras galaxias cercanas).
  6. Algunos prominentes investigadores estiman que la dimensión del universo visible desde nuestro planeta, podría encontrarse a una distancia estimada de mil millones de años luz, y que estaría formada por galaxias similares a las existentes en nuestro entorno próximo, si bien los diferentes aparatos ópticos utilizados solamente pueden ver algunas de las formaciones más voluminosas, los centros más activos y de mayores dimensiones.

Si estas medidas pueden darnos una pálida idea de lo enorme, asombrosamente grande que es nuestro Universo, podemos comprender lo que sigue, y que es el quid de la cuestión…


¿VEMOS REALMENTE UN UNIVERSO EXISTENTE ?



Observaciones astronómicas indican que el universo tiene una edad de entre 13 mil 730 y 13 mil 810 millones de años y por lo menos 93. 000 millones de años luz de extensión . Al menos, estas cifras son las que manejan los investigadores científicos.
Existe una teoría sobre la cantidad de planetas y cuerpos celestes similares existentes en el Universo que podemos intentar conocer.
Las cifras son mareantes.
Podria haber cientos de miles de millones de galaxias”, afirma el astrónomo mexicano Francisco Diego, del Departamento de Física y Astronomía de University College en Londres, en respuesta a pregunta en tal sentido durante una entrevista .
De galaxias, dice el astrónomo.
Es decir, de otras estructuras parecidas a nuestra Vía Láctea, que no olvidemos es una galaxia.
Según una estimación de dos científicos autores del estudio que publica la revista Astrophysical Journal en su última edición, hay al menos 100.000 millones de planetas solo en la Vía Láctea, es decir, uno por cada estrella.
Ahí es nada !
Para hacer una estimación global, hahría que multiplicar los 100.000 millones de planetas cercanos al ser humano, por los cientos de miles de millones de galaxias, para tener una idea clarificadora sobre la cantidad de planetas existentes en el Universo.
El Universo que se conoce ahora, que no es el realmente existente.

Porqué es así ? Si tomamos en cuenta que la luz de nuestro Sol tarda 8 minutos en llegar a la Tierra, la realidad es que la luz que vemos actualmente se emitió hace 8 minutos, no es la actual que llegará dentro de otros ocho minutos.
Y eso con una luz increíblemente cercana.
Volvemos ahora a la “Cabellera de Berenice”, ese cúmulo de estrellas que comentábamos, visibles al ojo humano. Está a 300.000 años luz de distancia, es decir, que vemos la luz que ese grupo de estrellas emitió hace 300,000 años luz, no la que emiten actualmente.
Si es que actualmente existen.
Nos guiamos para ver distancias lejanas con telescopios tan potentes como el Hubble, ubicado en órbita en torno a nuestro planeta, que aprovecha las horas de sombra para observar el cosmos.
De hecho, una de las fotografías más impactantes de nuestro universo fue tomada por este gigantesco telescopio, del tamaño de un vagón de tren, y se conoce como Campo Ultra Profundo del Hubble. Se trata de una composición apresada por la lente gigantesca durante un par de años, trasladada al ordenador a bordo, y enviada posteriormente a la NASA.
El mosaico fotográfico muestra luz de estrellas y galaxias situadas a 13.000 millones de años luz de distancia de nuestra galaxia.
¿Qué quiere decir eso?, que lo que vemos en la composición fotográfica es tal y como era esa región hace 13.000 millones de años...no como podría ser actualmente. Podría haber desaparecido en todo ese tiempo, y nunca lo sabríamos...bueno, quizás alguien que viva dentro de esos 13.000 millones de años en la Tierra.

Sin embargo, en eso basamos nuestro conocimiento del Universo. De algo que ocurrió hace mucho tiempo, y cuya luz aún llega hasta esta parte del Universo.
No tenemos ni siquiera claro – si es que lo hay – sobre el posible tamaño del Universo.
Podría tener una longitud de billones de años luz, o podría existir realmente lo que denominamos “infinito”. Lo que probablemente se observa, es del orden de los 46.500 millones de años luz en todas las direcciones desde la Tierra. Si la teoría sobre la curvatura del espacio es real, la luz se va curvando en el espacio, hasta llegar a su punto de partida. De modo que podría tratarse de una esfera perfecta, con un diámetro aproximado a los 100.000 millones de años luz.
Pero eso es también mera conjetura. No comprendemos muy bien qué es realmente el Universo.
La galaxia más lejana vista desde la Tierra
Es como si a un imaginario insecto pensante intentamos explicarle nuestro planeta. Condicionado a las limitaciones de su mundo pequeño, constreñido a ciertas cosas que le rodean, cómo intentaríamos explicarle la existencia de la nieve, de las montañas, de un río o del mar? Son conceptos que no podría captar en su imperfecta mente.
Eso mismo nos ocurre a nosotros. No podemos comprender el Universo, no entendemos el concepto de infinito, no sabemos de qué está compuesto, como comenzó y cómo y dónde termina...si es que termina.
Para colmo, como solamente conocemos un 2 % del entorno galáctico, nos tenemos que guiar por nuestros escasos cinco sentidos,y un razonamiento controvertido, solamente podemos comprender lo que podemos palpar, oír, ver, y sentir de manera humana.
Que además tiene medios limitados de observación, y que solamente cubre una distancia-tiempo limitada. Además, y eso es quizás lo más importante, es que estamos observando algo que ocurrió, como mínimo, algunos años luz detrás… es decir, cuando la luz fue emitida, no en la actualidad.
Realmente, vemos el pasado del Universo.


ENTONCES...QUE ES LO QUE VEMOS ?

A simple vista, solamente observamos un máximo de 6.000 estrellas, si nos encontramos en un lugar sin emisiones de luz cercanas. Con el Hubble, en cambio, se pueden observar un millón de planetas, asteroides y objetos diversos del espacio exterior.
Esto es muy interesante, aunque con muchas limitaciones.
Si tenemos en cuenta la posibilidad de que el universo sea infinito, y sin entrar mucho en consideración sobre dicha palabra, decimos que con todos los medios ópticos, infrarrojos, radiotelescopios, Rayos X, Gamma y otros instrumentos que se construyen en la Tierra, podemos observar aproximadamente un 2 % del universo circundante. Desde cualquier punto del planeta, y en cualquier dirección que se produzca la observación, solamente se podrá llegar hasta una distancia de 46.500 millones de años luz de distancia.
Bien, pero consideramos anteriormente que el Universo podría tener un diámetro de 100.000 millones de años luz , en el caso que fuera una esfera. Esta teoría se basa en la idea de que la luz produce una difracción en el espacio, lo que hace que aún en línea recta, la luz produce una curvatura. Si dicha curvatura se mantiene, se vuelve al punto de partida en algún momento. Es decir, se forma una esfera. Hay otras teorías, sobre si es plano, tiene un espacio-temporal consigo, y parecidas.

Total, que lo único que vemos es como decir : “puedo ver hasta el patio del vecino. Me queda el resto del mundo por ver”...y quizás mucho más.
Estación Espacial Internacional
Además, lo que vemos es algo que ocurrió posiblemente hace millones de años luz, y no en este momento, por lo que puede haber ido variando constantemente.
Se sabe que existen interacciones entre los planetas, que no son estables e inamovibles. Nuestra propia Luna se aleja de nosotros, y en determinado momento se irá. Se conocen estrellas enanas, “parideras de estrellas”, super novas, se cree que exite energía oscura, materia oscura, constelaciones que viajan más lentamente o rápidamente que nuestra propia Vía Láctea.
Es verdad, se saben muchas cosas...pero la mayoría teorías sin confirmar.
Es posible entonces que en lugares donde nuestros sentidos no sirven para nada, existan otro tipo de aglomeraciones, racimos de estrellas, galaxias , novas y supernovas o ...vaya usted a saber!!
Es como intentar resolver el problema de “PI”, . El número primario es más o menos conocido, 3,1416...y sigue. No alcanzaría una vida para finalizarlo, porque siempre habrá alguna variante nueva, un nuevo número que agregar. En realidad, es posible que varias vidas encadenadas, o los super ordenadores más potentes, no puedan lograrlo, porque siempre existiría un nuevo número a agregar.

Por ello creo que es más lo que desconocemos que lo que sabemos. De lo que sabemos, la mitad o más son simplemente teorías, partiendo de las conocidas leyes universales de Einstein, Newton , Keppler, Galileo, ...y compañía. Hoppkins ( y George Gamow antes), lanzan su teoría del Big Bang, apoyado y ayudado por otros teóricos similares, y como no se puede demostrar de momento lo contrario, se lo toma como regla lógica y base para futuros estudios. Pero nadie se atreve a conjeturar o elaborar una teoría sobre lo que ocurría antes del Big Bang. Por las dudas...
El deseo de conocer es sumamente fuerte en el ser humano. A veces por el simple hecho de la curiosidad, o porque le fastidia no tener respuesta para las cosas que desconoce. Y se embarca en aventuras inverosímiles, si encuentra el apoyo concreto, el dinero necesario y la atención de otras personas.
Pero digo yo...¿cuál es la diferencia de saber que el Mundo no está sostenido por Atlas, descansando sobre cuatro tortugas en un mar infinito, que la Tierra no es el centro del Cosmos o saber realmente que existen miles de millones de galaxias a nuestro alrededor.? ?
¿Que nos dice el conocer que viajamos a una velocidad astronómica montados en un pequeño planeta que se dará de bruces dentro de millones de años con un punto en la constelación de Lira?.
¿Nos cambia, nos mejora o nos sirve para algo tal conocimiento?. Quizás sí, para la formación de nuevos astrónomos.
Pero mira lo que pasa a algunos adelantados a su tiempo. En 1440, Nicolás De Cusa, que con ese nombre era un respetable científico alemán, mantuvo que el espacio era infinito, que las estrellas eran soles que se extendían en todas las direcciones, y que si se las veía tan pequeñas, era porque estaban muy lejos. Como no podía demostrarlo, se lo ignoró durante 320 años. Vaya tontería, dijeron!!
Pero lo que luego demostró por vez primera Edmund Hally, el del cometa, era que efectivamente, los planetas se movían, el espacio era mayor del o que se pensaba, y que construyendo un pequeño telescopio se acercaban esos objetos. Esto en 1718.
Es decir, que muchas de las teorías existentes hoy en dia, salvo que se acomoden como en el caso de la Teoría de la Relatividad Universal y los objetos sublumínicos, las teorías se desmontan o se manifiestan como verdad simple con el paso de los tiempos.
Pero esto no ha cambiado en nada nuestra vida con respecto al Universo. ¿O sí?.

Algunos científicos afirman que sí.

William Gerstenmaier, responsable de Exploración y Operaciones Tripuladas, afirmó en 2015, durante una visita a España, que “la exporación espacial no solo es un mundo apasionante sino que además genera grandes beneficios para la humanidad, unos beneficios que no lograríamos sino fuera por la ambiciób de explorar el universo”.
Lo que viene a decir es que algunos resultados son luego llevados al gran público (caso del velcro, de los rayos X, de la miniaturización de compnentes, que ahora se usan en los móviles, o Internet, gracias a un satélite meteorológico, etc).
Pero no le podríamos dar la vuelta a la pregunta : ¿Estarían dispuestos los Estados solventes a aportar más en I+D+i en caso de no desarrollarse una carrera espacial?.
El mismo científico dijo en una entrevista ,hablando sobre el comienzo de la carrera espacial que : “Queríamos ser mejores que los rusos y pisar la Luna, y eso justificaba el gasto”.
Vale. Pues si puedes gastarte unos cuantos cientos de millones para demostrarle a otro país que eres mejor que él y quedarte tan ancho, vale. El caso es que eso podría haberse dedicado simplemente a investigación de tipo corriente, cotidiano, en lugar de dar un pequeño paso para el hombre, pero grande para la Humanidad.
Humanidad que se queda, por decirlo burdamente, con las sobras de ese fenomenal gasto.

Como colofón, no me queda más que decir que pienso que se está invirtiendo demasiado dinero, demasiado esfuerzo científico, demasiados Departamentos, demasiado gasto de personal, y un sinfín más de “demasiados”, para terminar con una certeza.

Que lo que estamos investigando, lo que estamos asegurando sobre el Universo, puede que no exista. Simplemente.





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